Mucho se ha hablado sobre el Trastorno por Déficit de Atención o TDA. Que si es una enfermedad ficticia, que si se sobre diagnóstica con frecuencia, entre otros. Seguramente conoces a alguien, o tu mismo, a quien le ocurren con suma frecuencia las siguientes situaciones:
1. Se le hace tarde para llegar al trabajo
2. No sabe donde ha dejado las llaves del auto o de casa
3. Deja las luces de su auto encendidas razón por la cual tiene que estar consiguiendo quien le pase batería
4. Tropieza con personas, derrama cosas o tiene "accidentes"
Parece distraído (a)
5. Le cuesta trabajo concentrarse, abandona los proyectos y/o los deja inconclusos
6. Programa demasiadas actividades o elabora numerosas listas de cosas por hacer que nunca realiza
7. Tiene problemas con los tiempos de entrega y pagos a tiempo
8. Se muestra inquieto, pareciera que quiere "correr" todo el tiempo; suele también hablar rápido
9. Le gustan las aventuras "extremas" como conducir a altas velocidades, involucrarse en situaciones de alto riesgo como consumir drogas o tener diversas relaciones
Aunque estas situaciones pueden y de hecho nos ocurren a todas las personas, en el caso de quienes padecen TDA suceden la mayor parte del tiempo, es decir que no son la excepción sino la regla. Estas y otras características forman parte de esta condición de la que es importante también saber lo siguiente:
Se trata de una enfermedad o condición real: el TDA si existe, es real y corresponde a una condición neurológica que puede ser observada no solo a través de los datos clínicos (conductas observables), sino a través de imágenes cerebrales o patrones de actividad cerebral.
No sólo la padecen los niños, los adultos también pueden padecerla, aunque sus expresiones en la infancia y en la adultez son distintas. El TDA persiste hasta la adultez.
Aunque es más común en los varones, las mujeres también pueden tenerlo.
1. Se le hace tarde para llegar al trabajo
2. No sabe donde ha dejado las llaves del auto o de casa
3. Deja las luces de su auto encendidas razón por la cual tiene que estar consiguiendo quien le pase batería
4. Tropieza con personas, derrama cosas o tiene "accidentes"
Parece distraído (a)
5. Le cuesta trabajo concentrarse, abandona los proyectos y/o los deja inconclusos
6. Programa demasiadas actividades o elabora numerosas listas de cosas por hacer que nunca realiza
7. Tiene problemas con los tiempos de entrega y pagos a tiempo
8. Se muestra inquieto, pareciera que quiere "correr" todo el tiempo; suele también hablar rápido
9. Le gustan las aventuras "extremas" como conducir a altas velocidades, involucrarse en situaciones de alto riesgo como consumir drogas o tener diversas relaciones
Aunque estas situaciones pueden y de hecho nos ocurren a todas las personas, en el caso de quienes padecen TDA suceden la mayor parte del tiempo, es decir que no son la excepción sino la regla. Estas y otras características forman parte de esta condición de la que es importante también saber lo siguiente:
Se trata de una enfermedad o condición real: el TDA si existe, es real y corresponde a una condición neurológica que puede ser observada no solo a través de los datos clínicos (conductas observables), sino a través de imágenes cerebrales o patrones de actividad cerebral.
No sólo la padecen los niños, los adultos también pueden padecerla, aunque sus expresiones en la infancia y en la adultez son distintas. El TDA persiste hasta la adultez.
Aunque es más común en los varones, las mujeres también pueden tenerlo.